Comunicaciones, Información a la población y aspectos psicosociales. La REMER.
Como integrante de la Unidad de Protección Civil de la Subdelegación del Gobierno en Málaga, he tenido la oportunidad de asistir a varios simulacros de emergencias de protección civil, en los que se han ensayado distintos escenarios, desde inundaciones, incendios forestales, incendios en vagones de metro, terremotos, hasta accidentes de tráfico en los que se ha derramado mercancía peligrosa transportada por un camión. En todos estos simulacros las comunicaciones han sido cruciales, no solo las que han tenido lugar entre los propios equipos operativos (bomberos, policía, guardia civil, etc.), sino también las que se han producido con los integrantes del PMA.
Lo primero que nos viene a la cabeza
cuando nos hallamos en una situación de emergencia es avisar, ya sea al 112, a
los equipos de intervención, a las autoridades o a nuestros familiares y
amigos. Pero, ¿qué ocurriría si no tuviésemos como comunicarnos porque las
telecomunicaciones se han caído? ¿Qué pasaría si los equipos de intervención no
pudiesen comunicarse entre sí?
Sin ir más lejos, el pasado 3 de
febrero de este mismo año hubo una caída generalizada de las telecomunicaciones
móviles, consecuencia de dos cortes independientes en sendas infraestructuras
de fibra óptica en el entorno de Murcia y Almería, conllevando que usuarios de
diversas compañías móviles situados en distintas localizaciones, dejasen de
disponer de internet durante varias horas. Además de por un fallo en el
suministro eléctrico, la caída de las telecomunicaciones también podría
originarse como consecuencia de un atentado terrorista, de una tormenta
solar, de un incendio, de un terremoto, etc., haciendo
necesaria la comunicación por otras vías alternativas, en caso de emergencia.
Cuando los medios de comunicación
convencionales pierden o ven disminuida su capacidad operativa, es
imprescindible tener prevista la activación de medios adicionales que puedan
suplir o complementar a los que se han visto afectados en su funcionamiento. Y
ahí es cuando entra en juego la REMER, la Red Nacional de Radio de
Emergencia, red de comunicaciones de ámbito estatal y complementaria
a otras redes utilizadas por la Dirección General de Protección Civil y
Emergencias.
Esta red, cuya organización y
funcionamiento se regulan en la Orden INT/1149/2018, de 29 de octubre,
está integrada por radioaficionados acreditados, españoles y extranjeros
residentes en España. Ante situaciones de emergencia o de preemergencia
(derivadas de avisos de la AEMET, por ejemplo), la REMER siempre permanece
en situación de prealerta para su posible activación. Mediante esta
sistema de comunicación analógico los integrantes de la Red además de comunicarse
eficientemente entre sí, también lo
hacen con la Jefatura de la Unidad de Protección Civil de la Subdelegación del
Gobierno (donde se ubica el CECOP en caso de emergencia), a quien informan sobre
la evolución de los sucesos de naturaleza catastrófica regularmente.
Los integrantes de la REMER son voluntarios que colaboran de forma permanente con el Sistema Nacional de Protección Civil, y para poder cumplir con su cometido cuentan con sus propios equipos de radio, walkie-talkies, vehículos equipados con antenas específicas, etc. Se encargan además del mantenimiento de las estaciones de radio.
La labor que
hacen no es peccata minuta y merece el agradecimiento de todos nosotros, ya que llegado el momento, puede marcar la diferencia.
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